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Hábitos españoles con respecto al porno

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Los investigadores preguntaron a 2.500 personas de entre 16 y 29 años y es el primer estudio de este tipo en los últimos 10 años que trata de determinar los hábitos de los usuarios de pornografía en España. El estudio mostró que la introducción promedio al material para adultos es de 14 años en hombres y 16 en mujeres. También se descubrió que la inmensa mayoría de los usuarios eran hombres: el 87 por ciento de los hombres había visto el material, mientras que casi el 30 por ciento admitía que podían ser adictos a él.

El estudio fue diseñado para concienciar a las personas sobre el tema que alguna vez fue tabú, pero también para resaltar los peligros sociales de su consumo excesivo. Se encontró que los consumidores experimentan problemas de relaciones, cambios en las expectativas sexuales y también un mayor riesgo de actividades sexuales ilegales. También existe un fuerte vínculo entre ver pornografía y participar en prácticas sexuales de riesgo, como el sexo sin condón, el sexo casual y el sexo con múltiples parejas.

La pornografía ha existido a lo largo de la historia registrada, transformándose con la introducción de cada nuevo medio. Se encontraron cientos de frescos y esculturas sexualmente explícitos en las ruinas del monte Vesubio de Pompeya. La ciencia apenas está comenzando a revelar las repercusiones neurológicas del consumo de pornografía. Pero ya está claro que la salud mental y la vida sexual de su amplia audiencia están sufriendo efectos catastróficos. Desde la depresión hasta la disfunción eréctil, la pornografía parece estar secuestrando nuestro cableado neuronal con terribles consecuencias.

Para tratar de explicar estos efectos, algunos científicos han establecido paralelismos entre el consumo de pornografía y el abuso de sustancias . A través del diseño evolutivo, el cerebro está conectado para responder a la estimulación sexual con oleadas de dopamina. Este neurotransmisor, más a menudo asociado con la anticipación de recompensas, también actúa para programar recuerdos e información en el cerebro. Esta adaptación significa que cuando el cuerpo requiere algo, como comida o sexo, el cerebro recuerda dónde volver para experimentar el mismo placer.

En lugar de recurrir a una pareja romántica en busca de gratificación o satisfacción sexual, los usuarios habituales de la pornografía buscan instintivamente sus teléfonos y computadoras portátiles cuando el deseo les llama. Además, explosiones anormalmente fuertes de recompensa y placer evocan grados anormalmente fuertes de habituación en el cerebro.

Es algo paradójico que el entretenimiento para adultos pueda revertir nuestro cableado cerebral a un estado más juvenil. La ironía mucho mayor es que, si bien la pornografía promete satisfacer y proporcionar gratificación sexual, ofrece lo contrario.